viernes, 13 de febrero de 2009

Malena baila el tango (Cuento)

El puerto le devuelve al amanecer su habitual bramido matutino; ese eterno bostezo importado desde Italia, España, o qué se yo...

La esquina es la de siempre; ese empedrado vanguardista que en breve abrirá sus puertas a la visita de un centenar de extranjeros pendientes del espectáculo. Frente al riachuelo, de espaldas a las últimas cantinas, se levanta el escenario más antiguo de nuestro mundo.

El sol se alza detrás de las casas, y entre la perspectiva de las sombras, una figura extraña y a la vez familiar dibuja círculos en la vereda.

De pronto, un quiebre repentino arranca a la extraña de su letargo... Dos cuerpos que ahora son uno arrebatan el aliento.

Malena baila el tango. El lamento del bandoneón se confunde con los gritos de los niños que corren de un lado a otro sobre el empedrado sorteando a los turistas que compran fotos de Gardel.

Malena ensaya una y otra vez. El abuelo le ha dicho que en el fondo de cada ser Dios ha guardado una pequeña estrella que algún día brillará en el firmamento.

Malena levanta su mirada, y en aquellos ojos negros que fijo la miran reconoce la melodía... Y una vez más, la niña de piel aceitunada, mezcla de muchas razas, se ve sentada en esa escalera de madera que conducía a su piecita de latón, donde desde aquella ventana de marco azul y alfeizar colorado espiaba el patio del conventillo vecino.

Entre macetas y baldosas de ajedrez, Aníbal Troilo le canta secretos al oído...

Y una vez más, Malena baila el tango... Con esfuerzo y constancia Malena baila el tango...

Aquello ojos negros, fijos en sus pupilas no son los del abuelo... El hombre frente a ella no viste camiseta de algodón y chancletas... El sonido de su voz no suena agrietado por el tiempo... Sus pies no soportan el peso de una pequeña inquieta y vivaracha...

Una vez más, Malena baila el tango... y su cuerpo ligero se confunde entre las sombras del escenario...

De París a la Boca y a sus luces de color... La orquesta cuenta su historia mientras Malena baila con pasión…

Las figuras roban el aliento, detienen la atención... De París a la Boca... una Boca de cartón.

La estrella interna brilla en lo alto de la marquesina.

La abuela no la aplaude de pie en la cocina... Malena baila el tango y la aplauden de pie los asistentes a la función.

No hay comentarios: