sábado, 10 de julio de 2010

Novela!

El hombre tiende a teatralizar su propia existencia. Todos somos personajes en busca de un autor; solemos ser un narrador protagonista que cuenta desde una focalización demasiado subjetiva. Muchas veces olvidamos que existe un punto medio en la escala de colores con la cual pincelamos la vida; nadie muere de amor y tampoco de tristeza; pero..... quién es capaz de identificar en la paleta del universo el instante exacto en que la ilusión se acaba y la realidad golpea.... ningún instante es compacto. Somos como el fénix. La rueda de la fortuna gira y se detiene en el momento preciso en que las llamas ahogan el tiempo para dejarlo reposar... De cada caída algo nuevo se aprende. El hombre surge. Yo también.

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